La idea es que gracias a los avances tecnológicos en el futuro una empresa de seguros de decesos ofrecerá a los clientes una sesión privada de una versión particular del popular concurso televisivo en España denominado "Ahora Caigo" y que consistiría en lo siguiente.
El concursante principal es el cliente de la aseguradora, el que conduce es un tipo al estilo de Arturo Valls en ese nuevo modelo de Programa Ahora Caigo y, a lo que se enfrenta el concursante principal (asegurado) es a hologramas de personas y situaciones vividas por el cliente con esa persona. La idea es que antes de morir este producto, denominado "garantía complementaria de paz consigo mismo" ofrece una especie de reconciliación con el pasado.
La mecánica del juego es que el cliente elige enfrentarse, una por una a situaciones del pasado en pantalla frente a el o ella y ve la situación que pasó con esa persona. Así que, tras ver la situación, se le plantea la pregunta al cliente sobre lo que pudo decir o hacer de forma alternativa bien eligiendo entre tres posibles opciones o bien completando una frase a la que le faltan letras ...
El concurso avanza acertando las respuestas correctas, es decir que se acierta en lo que se habría hecho o dicho mejor en vez de lo que pasó realmente y simulando que la persona que tiene en holograma frente al cliente (el tomador del seguro) acepta el cambio, lo que supone recibir su perdón y aumentar la "paz consigo mismo".
Si, todo muy banal, puesto que la paz se consigue mediante puntos a favor y que, cuando consigues superar una barrera determinada, el concurso hace creer al tomador del seguro que ya está en paz consigo mismo y puede afrontar la muerte con la paz interior que seguro que siempre desearía cualquier cliente.
Para solventar el escollo de hacer vídeos de situaciones se me ocurren varias sesiones de hipnosis regresivas que permiten saber esas situaciones y luego pasarlo a película de animación en 3 D y conseguir un holograma de la persona a situar frente al asegurado sería cosa laboriosa, si, pero no insalvable incluso a día de hoy ... El servicio se distribuiría al cliente como una app movil y bastaría que el cliente se pusiera unas gafas de realidad virtual, con un coste menor de 2 €.
Auguro que este servicio llegará algún día al mercado, como una muestra más de la autocomplaciente estupidez humana ... pero que visto como educación de padres a hijos, la sesión grabada podría ser vista por los nietos con la debida censura de escenas fuertes en un subproducto del tipo ("no hagas como tu abuelo/a")
